Minimalista

Es elegante, refinado, de líneas simples y  rectas. Huye totalmente del agobio, el uso limitado de elementos te ayudarán a alcanzar esa paz  huyendo del estrés cotidiano del día a día.

Este estilo se caracteriza por las líneas puras, los espacios despejados, los colores neutros y las simplicidades de sus formas. Todo debe inspirar serenidad, suavidad y orden.

Los colores blancos y crudos  son los verdaderos protagonistas de los espacios minimalistas. Incorpora los tonos tostados y el negro para acentuar detalles y accesorios. Las paredes en la medida de lo posible lucirán “desnudas” aunque si lo deseas puedes completarla con algún cuadro de autor y mejor aún, sin marco.

La sensación de amplitud es esencial en el estilo minimalista, así que potencia la luz de entrada natural para ayudarte a conseguirlo, o decántate por luz artificial blanca y potente.
En materiales se utiliza la madera, tanto en pisos como en muebles, y se incorporan los materiales industriales como el cemento pulido, el vidrio y los alambres de acero.

El mobiliario debe ser simpleza y funcionalidad, mejor poner menos que más, no siempre existen muebles fijos. Los muebles modernos pueden ser un excelente punto de partida. Muchos de los elementos basados en la cultura oriental también pueden serte de utilidad.

Con los  textiles, se deben dejar fuera las telas estampadas y floreadas, optando por las telas frescas y suaves. En todas ellas lo liso debe reinar sobre lo estampado. Para las cortinas utiliza texturas como el lino o loneta pero en tonos blancos o marfil y de líneas rectas y simples.